¿Por qué Manila? Una zona gastronómico y cultural en Medellín

Como muchos de los espacios de El Poblado, Manila antes de ser barrio fue una finca. El Seminario Conciliar y luego Isaac Restrepo Posada, fueron sus propietarios. A estas “mangas” se llegaba en tranvía por la calle de La Estación, ahora calle 10.
A fines de los años 30 comenzó la construcción del barrio Manila. Poco a poco cada familia compraba su lote y construía su casa, de uno o dos pisos. En su momento y durante mucho tiempo, Manila fue un barrio con viviendas uniformes, azules y blancas. Entonces, muchas de las familias adineradas del barrio Prado y el centro de Medellín tenían grandes propiedades…
Con el paso de los años, los edificios y unidades residenciales y las vías congestionadas fueron dominando el barrio, y empezaron a tratar de darle otro carácter. Y con el pasar de los tiempos, los pequeños negocios fueron consiguiendo su propio local o casa: hostales, hoteles, spas, restaurantes, pequeños talleres, galerías de arte, en fin, un mundo enorme y variado a medida sin tener nada que envidiarle a cualquiera otro lugar del mundo.
En este sector perdura el alma de barrio El Poblado: Manila, con sus calles amplias, su ambiente tranquilo y fresco. Es el hogar de muchos de los artistas locales de Medellín y también de restaurantes independientes. Las galerías de arte y las cafeterías también abundan en este enclave cosmopolita.
Además, la comunidad alberga con frecuencia mercados artesanales donde el talento local puede vender su trabajo. Los restaurantes independientes elaboran menús completamente originales basados en una fusión de la cocina tradicional colombiana con inspiración también internacional. Esto le ha valido merecidamente al vecindario el apodo de “Barrio de la buena mesa”, en reconocimiento a la gran cantidad de opciones gastronómicas disponibles.
Su ubicación privilegiada lo convierte en uno de los favoritos de los visitantes de la ciudad, ya que además de la gran oferta gastronómica y cultural que pueden encontrar, es cercano al centro de vida nocturna de la ciudad, El Parque Lleras y Provenza. De igual manera, tiene fácil acceso al transporte público que conecta a la ciudad. Todo esto es lo que hace a Heiss Hotel un proyecto tan especial.